10) Proyecto Educativo

 

Esta décima actividad de reflexión y análisis se encuadra en el segundo bloque de la asignatura, más concretamente en el tema 6 dedicado a los documentos institucionales del centro. Se nos propone la lectura del programa educativo de un centro de secundaria a nuestra elección, y yo siguiendo la tónica general de la clase, me he decantado por el instituto al que fui. En realidad fui a dos intitutos, situados ambos en Ermua (Vizcaya). Cursé la ESO en un centro público llamado IES Ongarai Eskola (como habréis podido intuir aunque no tengais buen dominio del idioma, “eskola” es escuela en euskera), que a día de hoy ya no ofrece enseñanza secundaria, es tan solo un centro de infantil y primaria.

El problema de este centro es que segía el Modelo educativo lingüístico D, lo que supone la enseñanza en euskera como lengua vehicular, excepto en la asignatura de Lengua y Literatura Castellana. Nunca tuve problemas para aprender euskera, de hecho tenía bastante facilidad, pues estudié en esta lengua desde la guardería. Sin embargo, mi lengua materna es el español, el idioma en el que me comuniqué siempre en familia y con amigos, por ello llegó un punto en el cambio de ciclo a Bachillerato que opté por cambiarme a un centro con Modelo A, esto es, con enseñanza en castellano como lengua vehicular, excepto en la asignatura de Lengua y Literatura Vasca. Este centro se llama Colegio San Pelayo Ikastetxea, y es del que voy a extraer el proyecto educativo.

Antes de entrar en materia, conviene explicar qué es un Proyecto Educativo de Centro (PEC): es un documento que estipula cómo se define el centro educativo respecto a sus valores, metas y objetivos. Cada institución tiene un reglamento de regimen interno.

La página web del Colegio San Pelayo es muy intuitiva y está muy bien organizada (https://www.colegiosanpelayo.es/quienes-somos/programa-educativo/). Encontramos una pestaña en la página principal denominada “Nuestro Centro”, que a su vez engloba hipervínculos a las pestañas de “Ideario”, “Proyecto Educativo” y “Misión-Visión-Valores”.

En cuanto a la misión del centro se resume en estos 4 puntos:

Los valores que propugnan son: responsabilidad, creatividad, trabajo colaborativo, autonomía, empatía-cercanía, emprendimiento.

El proyecto curricular parte de unos supuestos básicos comúnmente admitidos:

 

El Colegio San Pelayo, aunque va aumentado su tamaño progresivamente, es un instituto de pequeño tamaño. En bachillerato solo había 1 clase por cada curso con aproximadamente 25 personas en cada una, lo que facilitaba la atención personalizada del alumnado.

Lo que más destacaría de este centro es el interés por adoptar nuevas formas de enseñanza cooperativas, que a decir verdad no siempre son efectivas. La teoría está bien, pues está demostrado que el trabajo cooperativo tiene muchas ventajas. No obstante, llevado a la práctica nos topamos con el problema de siempre, que los alumnos más trabajadores tiran del carro mientras que los más despreocupados delegan toda responsabilidad en los primeros.

Como conclusión, diría que pese a alguna disonancia, según mi experiencia, sí que existe una coherencia entre los valores que defienden y las normas del centro.